IURIS ET DE IURE I
Cigoto & embrión

Un pulso a la historia al menos consecuente.

Sobre constantes y coeficientes siempre lo diremos: estamos regidos por normas obsoletas y fórmulas de gobierno desfasadas…EL MuND0 al R3VÉS.

Por mucho que disfracemos el problema ecológico con las palabras  más  suaves que se nos ocurran,  y por preferibles que las mismas sean para evitar un pánico generalizado, mientras nuestro sistema de valores siga anclado en el mundo decimonónico,  actuaciones ecológicas limitadas no solucionarán el  “cambio” por buenas y bien intencionadas que éstas sean.

Hábiles para destruir = ¿Suficientemente inteligentes para reparar?

Aunque la constante siempre ha sido la misma: alarmante, hubo un tiempo realmente óptimo para resolver la «ecuación». Apenas se hizo nada.  Un exceso de confianza en nuestra capacidad de adaptación  y en el propio sistema  terrestre de autoregulación  impidió una actuación eficaz  y efectiva.

La ecuación ahora es otra y parte de valores ya extremos.

Concepción deficiente  y equivocada de los nexos  que intervienen = Insuficiente determinación y flexibilidad para el cambio de paradigma. 

J. A. Marina, sostiene que un uso racional  de la inteligencia es «aquel modo de pensar que busca evidencias intersubjetivas». A nuestro entender, tratar el asunto como una cuestión de supervivencia humana para sensibilizar conciencias,  moldear actitudes y modificar comportamientos ha sido una peripecia fallida, puesto que por tierra, aire o mar adentro el  ninguneado  cambio, anunciado tanto tiempo atrás, asimismo desengañaba. Tomar verdadera consciencia nos ha costado. No debimos alejarnos tanto de la Naturaleza. Nunca debimos olvidar.

Así, mientras cierto inconsciente colectivo sigue manchando  de imprudencia el horizonte, el proceso destructivo del planeta se acelera,  desbordando nuestra sobrevalorada capacidad de actuación. Devolver a la Tierra su entusiasmo vital  es un imperativo. Requiere profesión. Es decir, mucha vocación y, por supuesto, devoción.

Socialmente hablando se impone un monoteísmo universalista, tomar conciencia de especie y adoptar  a escala planetaria  un único gobierno al fin. En nuestra opinión, ya lo hemos dicho, más idóneo para la causa y la única forma de erradicar la guerra, la pobreza y el subdesarrollo…El hambre. Todos a una.

Mar Menor (Mediterráneo) Murcia, España. (vía Fb)

En este sentido la universalidad no consiste solo en la asunción global del problema, en la toma de conciencia, el discurso  y la protesta, sino en un cambio social de mentalidad. Ante la movilización mundial, hemos advertido que al igual que los periodos en blanco no significan más que descansos para el guerrero, los fundidos en negro  no deben prolongarse demasiado o a éstos le seguirá infaliblemente un final en el que superar la extinción dependerá del coraje de cada especie.

Es por eso que la Agenda está tan apretada. Urge: cambiar el Sistema, reeducar-nos en valores, reconocer con la mayor entereza errores y limitaciones para subsanarlos en la medida de lo posible; dar un mayor sentido  a la palabra “vida”; y, entre otros temas, ampliar  los contenidos ecológicos de primaria y priorizar las Ciencias Naturales y competencias sociales asociadas en los  currículos educativos de etapas posteriores.

Tenemos el mandato implícito de revisar el concepto de “hombre” en  base a este desafío; crear lenguajes  más naturales e inteligentes modificando, cuando no recrudeciendo, algunos términos, dado el escaso sentido que poseen o el significado que han perdido.

Afortunadamente, el individualismo más egoísta y desconsiderado,  de mira estrecha y  atento únicamente al momento que le afecta, está caducando.

Si queremos que la nueva mentalidad se consolide debemos sacralizar la Tierra,  hacer de la Naturaleza el principal leitmotiv de nuestra sociedad. Para que la regeneración se opere a escala global, en absoluto es necesario seguir centrados en compensar comportamientos escépticos o erráticos; su persistencia es segura y ha quedado demostrada. En esta operación es preferente la  elaboración y puesta en práctica de un código geo-deontológico que sea plenamente  consecuente con ambas dinámicas: la planetaria y la humana, y además en ese orden para someter por presión, aislamiento o vergüenza a la disidencia.

reikinuevo.com (vía fb)

Seamos consecuentes y echemos al menos un pulso inteligente a la Historia. Si la última marcha  verde, la huelga mundial por el clima  (Naciones Unidas, 20/09/2019), no se queda en mera anécdota  o curiosidad y, tras el fundido, la película  cambia, la Naturaleza –por consecuente también–  reaccionará para bien y de forma  inexorable. Estamos convencidas. Hasta la semilla más inmadura o pequeña alumbra su fruto. Sorprendentemente, nuestro singular planeta  regenerará su maltratada biodiversidad si le damos oportunidad.

Para dar con la fórmula, y  desvelar la incógnita más difícil e importante de toda nuestra matemática, hay que acometer el pensamiento pro quo tanto como  la actuación post facto; pues no se trata solamente de confiar en nuestra  inteligencia, tenemos que creernos también como «especie». Se trata de un auto de fe para la defensa con denuncia sobre el que gira el quid de esta perspectiva y que no puede quedar silenciado por la emergencia.

Antinatura (Réquiem terrestre) / Paisaje in-filtrado

¡Todo está  dispuesto. La fecundación es un  hecho. El embrión de una nueva era se está gestando y su vigor promete vida.

Ánimo!

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